El pasado sábado 7 de noviembre viajé hasta Madrid con mi pareja siguiendo la Marcha contra la violencia Machista.
Hasta ahí, todo bien. Fue un día cargado de emociones y de alegría, aunque como me comentó una participante, no acababa de entender lo de las batucadas en un actó que hacía referencia a los asesinatos de mujeres... yo le comenté que creía que formaba parte de nuestra cultura, la música como un elemento ritual que observamos en la mayoría de las manifestaciones públicas, vamos, es lo que hay.
Pero el domingo siguiente (día 8) nos despertamos con tres asesinatos machistas.
Y ahí surge mi cuestionamiento de lo que hicimos el sábado, hombres (muchos) y mujeres. ¿Para que sirvió que nos reunieramos 200.000 personas en Madrid?
Después de todas las muertas (que son ya demasiadas) alguien debería de hacer algo efectivo y contundente. Y esto lo justifico con un ejemplo, si en vez de mujeres hubieran asesinado a futbolistas, el gobierno conservador de nuestro país habría montado una comisión especial y/o un gabinete de crisis. Por el contrario asesinan a mujeres... ¿a quien les importan?
Nuestros dirigentes - hombres y mujeres - piensan que:
- Es un tema menor,
- En parte es culpa de la propia mujer por intentar cambiar las cosas. Si siguieran aguantando como siempre, esto no les pasaría.
Los hombres tenemos que cambiar. Hasta que no entendamos que la igualdad debe ser prácticada sobre todo por los hombres. Mientras sigamos aceptando pequeños micromachismos, afirmando: "Bah!, no exageres, que no es para tanto"
No lograremos nada,
Necesitamos cambios reales por parte de todas las instituciones sociales si no, no lograremos cambiar nada y como siempre sólo se logrará maquillar una situación inaguantable.
Mi reflexión:
¿Hay algún dirigente que sinceramente desee cambiar esta situación....?
¡¡¡PUES QUE LO HAGA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario